8/5/13






Casas y ventanas.

Si la memoria son los ojos, yo tengo memoria del mar. Tenía 9 años la primera vez que miré el azul inmenso y sentí la brisa en la cara. Fue en el Puerto de Santa María. Fue el mar de Cádiz el primero de los mares que vi. Desde entonces mi memoria de la libertad tiene el olor salado del viento en los puertos y la luz antigua y brillante de Cádiz. Desde entonces me gusta asomarme a una ventana con vistas a Cádiz.

Eso pretendo escribir para ustedes, una ventana con mirada andaluza, por libre. Por libre es modo y causa, es forma y contenido. Pero no entiendo la libertad sin igualdad, aislados no existimos. No es el “yo”, es el “nosotros” el que construye la identidad. Somos en relación con otros y como seres completos tenemos derechos y deberes con los demás.

Y cuando el poder pone en riesgo nuestros derechos, lo que está en riesgo es la igualdad y lo que está en peligro es la vida cotidiana. Cuando la injusticia se viste de legalidad tenemos el deber de ser beligerantes. La crisis nos ha traído un cambio de época que se caracteriza por la incertidumbre, y la incertidumbre es la epidermis del miedo. Tenemos que ponerle remedio. Y podemos ponerle remedio. Para eso sirve la Política con mayúsculas: para despejar la incertidumbre y para ponerle límites al poder.

Ya lo escribieron en Cádiz los autores de la primera Constitución: el objeto del gobierno es la felicidad de su pueblo. Nadie puede ser feliz si lo han echado de su casa, desahuciado y sin cobijo donde resguardar su vida y la de los suyos. Por eso no está mal que le recordemos a los gobiernos cuál es su objetivo primero. Por eso apoyo la ILP contra los desahucios que ha planteado la PAH en el Congreso de los Diputados. Por eso prefiero el escrache al nihilismo de “no nos representan”. Por eso le pido a las y los Diputados, y particularmente a las y los andaluces, que voten sí a la dación en pago con carácter retroactivo, les pido que voten en verde, como nuestra esperanza, les pido que piensen en nosotros antes que en los bancos. Y les recuerdo que somos nosotros quienes votamos. Nosotros, no lo bancos.

La Democracia es lo que tiene, es una casa cimientos de libertad, estructuras de igualdad y ventanas de solidaridad donde podemos habitar todos. Y fue también en Cádiz donde antes que en ningún sitio aprendimos la Democracia.

Me gustan las casas repletas de gente que hace frente al miedo, me gustan las casas que tienen ventanas con vistas a Cádiz.

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by Carlos Azagra